Junior campeón: más allá de la estrella, el universo jurídico del fútbol profesional

Junior campeón: más allá de la estrella, el universo jurídico del fútbol profesional
El Junior de Barranquilla conquistó su undécima estrella. Más allá del título, ¿qué implica este triunfo en el derecho deportivo?

La obtención de la undécima estrella por parte del Junior de Barranquilla en la Liga BetPlay II-2025 es un hito deportivo que desata la euforia de sus aficionados. Sin embargo, detrás del triunfo en el campo de juego se esconde una compleja estructura de normas, responsabilidades y principios jurídicos que rigen el fútbol profesional. Este título no es solo un trofeo más en las vitrinas; es el pasaporte para competir en un escenario internacional donde las exigencias legales, administrativas y disciplinarias son tan rigurosas como las deportivas.

Analizar la victoria del equipo barranquillero desde la perspectiva del derecho deportivo permite comprender que cada gol, cada contrato y cada decisión directiva se enmarcan en un ecosistema regulatorio que va desde los estatutos de la DIMAYOR hasta las directrices de la FIFA, pasando por la ineludible supervisión del Estado colombiano.

La pirámide regulatoria del fútbol: una sujeción global

El fútbol colombiano está organizado bajo una estructura jerárquica. En la base se encuentran los clubes, que se afilian a la División Mayor del Fútbol Colombiano (DIMAYOR) y, a su vez, a la Federación Colombiana de Fútbol (FCF). La FCF, aunque es un organismo de derecho privado, sin ánimo de lucro, cumple funciones de interés público y social y es la entidad que representa al país ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) y la Fédération Internationale de Football Association (FIFA).

Esta afiliación no es simbólica; implica una sumisión expresa a la normativa internacional. El Estatuto de la FCF es claro al señalar la obligación de cumplir y hacer que sus afiliados cumplan los estatutos, directrices y reglamentos de la FIFA y la CONMEBOL. Esta cadena de subordinación, conocida como la “pirámide del fútbol”, significa que un club como Junior debe observar simultáneamente los reglamentos de la liga local, de la FCF, de la CONMEBOL y de la FIFA. La jurisprudencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha consolidado este principio, estableciendo que al participar en una competición, los clubes aceptan como vinculantes no solo las normas vigentes, sino también las futuras decisiones y circulares emitidas por los órganos rectores del fútbol.

Ganar en la cancha y en el escritorio: el sistema de licenciamiento de clubes

El título de campeón le otorga a Junior el derecho deportivo de participar en torneos como la CONMEBOL Libertadores. Sin embargo, para materializar esa participación, el club debe superar un riguroso proceso administrativo conocido como el Sistema de Concesión de Licencias de Clubes, impulsado por la FIFA. Este sistema tiene como objetivos, entre otros, salvaguardar la credibilidad y la integridad de las competiciones y promover la transparencia financiera de los clubes.

Para obtener la licencia, el club debe cumplir con criterios clasificados como “A” (obligatorios), “B” (obligatorios pero subsanables con sanción) y “C” (recomendaciones). Estos criterios abarcan áreas deportivas, de infraestructura, administrativas, jurídicas y financieras. En la práctica, esto significa que la solidez de un club no se mide solo por sus victorias, sino también por tener una estructura corporativa profesional, finanzas saneadas, infraestructura adecuada y un cumplimiento normativo impecable. Ganar la liga es el primer paso; demostrar solvencia jurídica y administrativa es el requisito indispensable para competir en la élite continental.

Disciplina y fair play: la responsabilidad objetiva del club

La final contra Deportes Tolima incluyó una expulsión para un jugador del equipo campeón. Este tipo de incidentes, comunes en la tensión de una final, son un microcosmos del régimen disciplinario que gobierna el deporte. El Código Disciplinario Único de la FCF establece la potestad de investigar y sancionar las infracciones a las reglas de juego y a los reglamentos.

Más allá de la sanción individual al jugador, el derecho deportivo impone una responsabilidad objetiva al club por la conducta de sus miembros y de sus aficionados. Laudos del TAS han confirmado reiteradamente que los clubes son responsables por actos de indisciplina, violencia o discriminación de sus seguidores, incluso si el club no tuvo una culpa directa en los hechos. Como lo expresó un panel del TAS, para configurar una conducta sancionable como el racismo, no se requiere que el individuo haya sido detenido por la policía o identificado; el gesto por sí solo configura la infracción y genera responsabilidad para el club. Esto obliga a las instituciones a adoptar un rol proactivo en la prevención y sanción de conductas antideportivas, so pena de enfrentar multas económicas severas o, en casos graves, la obligación de jugar a puerta cerrada.

La Constitución prevalece: los límites a la autonomía deportiva

Si bien el fútbol se rige por su propia normativa (la lex sportiva), esta autonomía no es absoluta. En Colombia, la Corte Constitucional ha sido enfática en que los reglamentos de las federaciones deportivas no pueden vulnerar la Constitución ni los derechos fundamentales de los deportistas.

En la histórica Sentencia SU-386 de 2023, la Corte estableció que la autonomía de los organismos deportivos tiene como límite la ley, los principios constitucionales y los derechos fundamentales, y afirmó que son inaplicables las disposiciones federativas que afecten dichos derechos:

“son inaplicables todas las disposiciones de las federaciones nacionales e internacionales que afecten los derechos constitucionales de los jugadores”.

Asimismo, la Corte ha subrayado el deber del Ministerio del Deporte de ejercer una efectiva inspección, vigilancia y control sobre los estatutos y reglamentos de la FCF y la DIMAYOR, para proteger a los deportistas, quienes a menudo se encuentran en una posición de desigualdad. Esto significa que, aunque el Junior de Barranquilla opera dentro de un sistema normativo transnacional, sigue sujeto a la soberanía del Estado colombiano y a la primacía de su Constitución.

Conclusión: la estrella 11 y la responsabilidad de un campeón

El undécimo título del Junior de Barranquilla es una celebración del talento y la estrategia deportiva. Sin embargo, también representa el inicio de un nuevo ciclo de responsabilidades jurídicas. Para capitalizar este éxito y proyectarse internacionalmente, el club debe actuar con la misma diligencia en los despachos que en el terreno de juego.

La victoria le abre las puertas a competiciones de élite, como la CONMEBOL Libertadores, y lo pone en el radar de torneos de mayor envergadura como el renovado Mundial de Clubes de la FIFA. Este camino exige un compromiso inquebrantable con la integridad, la transparencia y el buen gobierno, principios consagrados en los códigos éticos del deporte. Al final, la grandeza de un club campeón se mide no solo por las estrellas en su escudo, sino por su capacidad para ser un referente de profesionalismo y cumplimiento normativo en el complejo universo del fútbol moderno.


El contenido de este blog fue generado con ayuda de Ariel, el asistente legal de inteligencia artificial en Colombia y la supervisión humana del equipo jurídico de Ariel.

Fuentes:

  • Consejo de Estado. (2022). Sentencia 25000234100020220024301.
  • Corte Constitucional. (2023). Sentencia SU-386-2023.
  • DIMAYOR. (2018). Resolución 040 16 10 de 2018.
  • FCF - Federación Colombiana de Fútbol. (s.f.). Código disciplinario unico.
  • FCF - Federación Colombiana de Fútbol. (s.f.). Estatutos de la federación colombiana de fútbol.
  • Federación Internacional de Fútbol. (2024). FIFA - Legal Handbook Septiembre 2024.
  • Federación Internacional de Fútbol. (2025). FIFA - Reglamento del Mundial de Clubes FIFA 2025.
  • Ministerio de Deporte. (2024). Resolución 000100 de 2024.
  • Tribunal de Arbitraje Deportivo. (2023). Laudo Arbitral 9429 de 2023.
  • Tribunal de Arbitraje Deportivo. (2023). Laudo Arbitral TAS 2023-A-9429 Club Atlético Boca Juniors v. CONMEBOL.
  • Tribunal de Arbitraje Deportivo. (2023). Laudo Arbitral TAS 2023-A-9461 Club Cerro Porteño v. CONMEBOL.
  • Tribunal de Arbitraje Deportivo. (2025). Laudo Arbitral TAS 2025-A-11216 Club Atlético Peñarol c. CONMEBOL.
  • UNESCO. (s.f.). Carta Internacional de la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte.
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